Un juez parcial, no hace justicia imparcial. La justicia debe ser ciega, para que prevalezca el bien sin mirar a quién, pero los de morena quieren que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tengan ojos, boca y oídos, para su partido. Esto es extremadamente serio, es un contrasentido para la existencia de la SCJN: politizarla es anularla, partidizarla, es el tiro de gracia.
Las cualidades más importantes de los ministros son la autonomía y la independencia, por nada del mundo deben hacer caso al presidente, ni a nadie más. El deber de los ministros es solamente defender a la Constitución. Si morena en el Senado no alcanza los votos para las candidatas del presidente, él la nombrará directamente, y tendrá tres ministras incondicionales, solo le faltaría una, para tener el control de la Corte.
El problema de fondo es que el método para elegir a los ministros está viciado de origen, ya presenté una iniciativa para corregirlo, pero morena no la aprueba, quiere a la Suprema Corte agachada a toda prueba.