Esta semana en «Comiendo Con», junto con mis compañeras senadoras Xóchitl Gálvez y Kenia López Rabadán, hablamos de cómo Amlo manda al carajo a todos los mexicanos, menos al crimen organizado y el uso electoral que hace Morena de los programas sociales.
Hace las cosas al revés el presidente: Manda al carajo a la UNAM, manda al carajo a los ciudadanos que no queremos que apoye a tiranos, manda al carajo a los niños con cáncer, a sus papás, manda al carajo a los científicos, manda al carajo a los maestros, manda al carajo a los que se dedican a la cultura, y no manda al carajo al crimen organizado.
Senadora Lilly Téllez
Amlo manda al carajo a los mexicanos, menos al crimen organizado
Qué contradictorio y que cosa tan extraña, tan falta de sentido común, tan falta de cordura que López Obrador haya estado tantos años tratando de llegar a la presidencia, denunciando que se compra el voto, para llegar a la presidencia y dedicarse nada más a comprar el voto.
Senadora Lilly Téllez
Américo Villarreal fue presidente de la Comisión de Salud (en el Senado); él siendo médico, siendo doctor, cómplice de la negligencia criminal del gobierno. No le importaba la salud de los ciudadanos para nada, porque cuando le decíamos que faltan medicamentos, que se ha llevado con las patas la cuestión de la pandemia, que desbarataron hasta el sistema de vacunas que teníamos en México, que era de las pocas cosas que teníamos muy bien, Américo Villarreal solo se dedicaba a tapar, cubrir y encubrir al presidente López Obrador.
Es el clásico senador que llega con la única intención de que Amlo le dé otro hueso, el hueso de la candidatura al gobierno de Tamaulipas.
Senadora Lilly Téllez