INTERVENCIÓN: INICIATIVA PARA QUE LOS CÁRTELES SEAN DECLARADOS COMO ORGANIZACIONES TERRORISTAS NACIONALES

Presento por tercera vez mi iniciativa, ahora más radical, para que los cárteles sean declarados organizaciones terroristas nacionales, sin derechos, en un régimen de excepción, para que el Estado los combata como enemigos de guerra y a sus cómplices narcopolíticos también.

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA:

PRESENTACIÓN DE INICIATIVA PARA QUE CÁRTELES MEXICANOS SEAN DECLARADOS COMO ORGANIZACIONES TERRORISTAS NACIONALES

Queridos mexicanos:

¿Qué nombre le ponemos al acto de degollar a un alcalde y dejar su cabeza sobre el toldo de un vehículo, como sucedió en Guerrero? ¿Qué nombre le ponemos al asesinato indiscriminado de 15 personas que caminaban inocentemente por las calles, en Reynosa? ¿Qué nombre le ponemos a las granadas detonadas en plena celebración del Día de la Independencia, en Morelia? ¿O a las cinco cabezas humanas lanzadas en una discoteca de Uruapan, en el 2006?

¿Al atroz asesinato de los pequeños niños y sus mamás de la familia Lebarón? ¿A los 72 migrantes de San Fernando; a los 43 de Iguala; al Casino Royal; al infame secuestro y homicidio de los jóvenes de Lagos de Moreno; a los helicópteros derribados a nuestras Fuerzas Armadas; a las desapariciones; a las narcomantas; a los perros con cabezas humanas en sus fauces; los cuerpos colgados de puentes; a los paramilitares; a los drones; los lanzamisiles y las minas; al canibalismo; a las torturas; las violaciones multitudinarias; al desplazamiento forzado y al reclutamiento de menores?

¿Qué nombre le ponemos?

En México faltan palabras para nombrar con claridad el terror que vivimos en medio de la anarquía territorial, del desorden armado y del gobierno de Morena corrupto, que no cumple con su tarea más esencial, que es la de proteger la vida y la dignidad de las familias.

El terror se expande de la mano del control territorial de los cárteles, pero algunos en México se rasgan las vestiduras porque no se atreven a pronunciar esa palabra: terrorismo.

No se atreven a llamarle guerra a la guerra de los cárteles contra los mexicanos. Desde el progresismo perverso de escritorio, desde la comodidad de algunos cubículos académicos y, particularmente, desde las oficinas de Morena, nos piden moderar el lenguaje pese al baño de sangre y pese a la crisis de violencia y de seguridad interior que vive nuestro país.

Cárteles de la droga son socios de morena

¿Cómo calificar entonces a esos criminales que hacen del terror su mecanismo de dominación territorial? ¿Acaso se deben tratar como simples delincuentes a rehabilitar? ¿O sigue alguien creyendo en la patraña de que será con becas, con programas sociales y con cancha de fútbol que los van a sacar de la barbarie? No, señores.

Ha llegado el momento de reconocer, de una vez por todas, que esos criminales son en realidad combatientes internos, son terroristas, que los cárteles son enemigos del Estado y de la sociedad, los cárteles son los verdugos de las familias. Y al ser amenazas a la seguridad nacional, deben ser enfrentados con las herramientas de la seguridad nacional.

Es lo que propongo hoy ante este Senado, una iniciativa de reforma para que en México podamos designar a los cárteles como terroristas y enemigos internos. Lo hago por tercera vez, designarlos aquí en nuestro país como terroristas, aquí en México, es una vergüenza que otro país ya lo haya hecho antes que México.

A través de esta reforma busco que a esos salvajes que masacran a nuestras familias mexicanas se les aplique un régimen de excepción, que permita usar todas las capacidades del Estado para aniquilarlos, suspender su secreto bancario y fiscal, intervenir sus comunicaciones, congelar sus activos e incautar sus propiedades y, sobre todo, que las reglas de uso de la fuerza convencional no les apliquen a esos enemigos de la nación, a esos criminales que le declararon la guerra a México hay que aplicarles las leyes de la guerra, no las de la civilidad, que sólo merecemos los civilizados, porque a los enemigos de la nación no se les rehabilita, se les neutraliza; porque con los terroristas no se negocia, se les combate; a los cárteles no se les tolera, se les somete.

A los enemigos de las familias nunca jamás se les deben volver a ofrecer abrazos.

El enemigo está en casa, el enemigo está en México, ya basta de tanta cobardía de la presidente Sheinbaum, ya basta del narcoestado de Morena, ya basta del narcogobierno de Morena, ya basta de la narcoizquierda.

Hago un llamado a la unidad nacional. Hago un llamado, queridos mexicanos, a la unidad nacional contra los cárteles; urge que sean clasificados como terroristas aquí en México.

Cualquier político que no esté de acuerdo en clasificar a los cárteles como terroristas significa que están coludidos y se benefician con los cárteles.

Te invito a compartir este texto en tus redes sociales, para que más personas conozcan el trabajo que realizo en el Senado.