Desde esta Tribuna del Senado me dirijo a los mexicanos, y también a los mexicanos que viven en el extranjero.
El día de ayer se cometió un crimen de Estado en Ciudad Juárez, porque no fue un accidente, por más que insistan los de Morena; fue un crimen de Estado.
Fueron las decisiones negligentes e inhumanas del gobierno de la República, de Morena, las que desencadenaron la muerte de 39 migrantes calcinados en una cárcel migratoria.
Las terribles imágenes de los vídeos de esta cárcel nos han mostrado la cara más ruin y nefasta del régimen de Morena; de su política migratoria inhumana, de su política interior ausente y de una burocracia insensible e incompetente.
Eso es el obradorismo.
Y es también ruindad, indiferencia, porque la reacción del presidente ha sido de una bajeza inconmensurable.
Ver mi intervención: El estado dejó a 39 migrantes quemarse hasta fallecer. Morena es el estado criminal, inhumano.
Ayer, a unas horas de la muerte de los migrantes, el presidente solo dedicó poco más de dos minutos para hablar del tema, después prosiguió en ánimo festivo a hacer bromas y a carcajearse desde Palacio Nacional.
Esas personas murieron porque el Estado las encerró, esas personas murieron porque el Estado no las trató con dignidad, esas personas murieron porque el Estado permitió que se quemaran hasta la muerte.
Fue el Estado.
Es un crimen de Estado, por eso han abandonado el pleno todos los cómplices senadores de Morena que ahora sí no tienen ni cara para estar aquí.
Son ustedes también senadores de Morena complacientes, serviles, indignos; son seguidores de un régimen al que nunca le exigen nada, que no piden que rinda cuentas, que traicionan sus supuestos ideales para aprobar lo que sea que indique el presidente.
No son capaces de mostrar la más mínima dignidad ni humanidad.
Este régimen de López Obrador ha tocado el fondo de la inmundicia moral y la incompetencia y la ineptitud gubernamental.
Por eso, desde esta Tribuna, estoy aquí para decir ¡basta ya de tanta negligencia de Morena!, de tanta indiferencia, de tanta impunidad.
Exijo que vengan aquí ante el Senado a rendir cuentas Marcelo Ebrard y Adán Augusto López; ellos son los dos secretarios, de gobernación y de relaciones exteriores, son los culpables políticos del crimen de Estado de Ciudad Juárez.
Adán Augusto López y Marcelo Ebrard son los autores intelectuales del crimen de Estado de Ciudad Juárez; son ellos quienes tienen que dar la cara los mexicanos porque fueron ellos, Ebrard y Adán Augusto López, quienes diseñaron esta política migratoria que persigue y encierra a las personas de forma brutal e inhumana, y luego los dejan morir envueltos en llamas sin mover un dedo.
Ustedes son sus cómplices. Nadie de ustedes hoy renunció a Morena porque no tienen dignidad, porque están pisoteando los 39 cadáveres para salvar su próximo hueso político, ¡bola de sinvergüenzas!
Son ellos los que no han invertido en instalaciones dignas ni seguras y suficientes para proteger a los migrantes sin tratarlos como criminales.
Son ellos los que han operado bajo un decreto ilegal en el que nadie se hace responsable de la migración, pese a que la ley es clara.
¿Me está usted preguntando? Espere su turno, presidente.Espere su turno para hacerme la pregunta. No le acepto que me interrumpa.
Respete participación, no se aceptan comentarios, abusando porque es el presidente, por eso abusa.
Respete mi tiempo, esta es mi tribuna, respéteme, usted no tiene derecho a hablar hasta su turno; por más que sea el presidente del Senado, no sea cobarde Alejandro.
Yo me mantengo como está el pueblo de México: indignado, horrorizado ante la inhumanidad de Morena.
Serenos ustedes que les vale la muerte de los 39 migrantes; ustedes por eso están serenos.
Es usted un bullying, presidente del Senado, es usted un abusador, solo porque es el presidente del Senado se roba mis minutos en tribuna, con alevosía y ventaja.
¡Qué caballero ni que nada! Caballero es el que respeta por lo menos la tribuna.
Me tomo los minutos que usted me ha robado de la tribuna. Ya basta. Ser presidente del Senado no le da derecho a atropellar los derechos de otros senadores, menos en un caso tan grave como la muerte de 39 migrantes a manos del Estado mexicano.
Ayer el presidente culpó a los migrantes; el presidente dijo que se prendieron en llamas ellos solos.
Por supuesto que no, ella es irrelevante y es cómplice de este crimen de Estado.
Ayer el presidente culpó a los migrantes, dijo que se habían matado ellos solos.
Marcelo Ebrard andaba dando vueltas en un carrito; se tardó más de 24 horas en decir: esta boca es mía, porque le valieron los 39 migrantes muertos en su sistema de migración, y se exhibía a carcajadas y risas Marcelo Ebrard, cuando había una tragedia histórica en latinoamérica, un crimen de Estado.
Adán Augusto salió a echarle la culpa a Ebrard, y hoy ¿dónde está Adán Augusto? En Veracruz haciendo campaña presidencial ilegal, muerto de risa Adán Augusto, porque eso es lo que hizo el presidente, les puso el ejemplo: ríanse señores, aunque tengan las manos manchadas de sangre; ríanse, hagan como que no pasa nada y ustedes senadores de Morena no renuncian, son una inmundicia, les valen las treinta y nueve vidas perdidas a manos del Estado.
Hay un abandono total, hay una inseguridad brutal, hay una inhumanidad brutal por parte de Morena; que den la cara porque lo van a pagar: López Obrador, Ebrard, Adán Augusto y ustedes, bola de cómplices, lo van a pagar tarde o temprano.