El entonces aspirante a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, me invitó a competir por la senaduría de Sonora.
Incursionar en la política nunca fue una aspiración en mi vida, pero acepté luchar por el escaño como candidata externa por un sentido de responsabilidad cívica, ante los graves problemas que atraviesa México.
Ganamos la elección en fórmula Alfonso Durazo y yo.
La campaña fue dura, nosotros teníamos pocos recursos y los adversarios nos jugaron sucio.
Nos mantuvimos en contacto con la gente a través de las redes sociales y recorrimos el estado.
Creo en la democracia, soy una ciudadana y una periodista con el alto honor de ocupar un escaño en el Senado de la República, electa por el principio de mayoría relativa.