El secuestro es el delito que más angustia y desconsuelo provoca a la sociedad, a las familias y a la persona en sí misma. No existe forma de restituir el daño que deja para siempre.
Este programa de Mitos y Hechos muestro los testimonios de lo que vivió un joven de 29 años que fue privado de su libertad durante ocho días en Sinaloa. Narra las llamadas de negociación entre la familia del secuestrado y el secuestrador y la infinidad de emociones que desencadena ser víctima de este delito.
Además expongo el sistema de impartición de justicia como un laberinto de corrupción que impide que los plagiarios reciban un castigo.